Cuando los árboles inviten al sosiego y en los ojos de tantos desolados muchachos y muchachas crezca la longitud del horizonte.
Nos veremos de nuevo frente al mar o ante la soledad interminable de este horizonte al que llamamos monegros y sobre el que rebusco la infancia tuya y mía abandonadas.
Nos veremos en el cruce orbital de dos caminos o en el tremendo varadero de las naves aquellas que llevaron a Colón más allá del oeste.
Nos veremos de nuevo cuando la eternidad sea tan sólo un paisaje cubierto de claveles surgiendo de la tierra herida por la mano suavísima de una adolescente.
QUIERO LLEGAR AL MAR PARA SALVARME
Quiero llegar al mar que desconozco para huir de la furia del árbol y la piedra quiero llegar al mar inalcanzable para seguir aquí con la esperanza de huir eternamente un día la mar de tierra y horizonte que crece dicen al final de mi calle sin salida.
Quiero huir hacia el mar que tengo cobijado en mi profundo corazón tan solitario.