‘Cuando todo esto acabe...’ se ha convertido en una de la frases más
repetida durante nuestro confinamiento. Nos vamos apuntando cosas que
queremos hacer o recuperar cuando todo haya pasado.
Y si
repasamos esa lista no hay grandes proyectos, sólo pequeños gestos o
pequeñas cositas que ahora, por desgracia no podemos hacer y antes
formaban parte de nuestra vida cotidiana.
‘Cuando todo esto acabe y volvamos al cole’
‘...y veamos a los abuelos, a los tíos, a los amigos o a las primas’
‘...y podamos montar en bici’
‘...y podamos ir al parque, a la plaza’
‘...y podamos ir a llevar los cuentos a la biblioteca’
‘...y podamos ir a la piscina’
‘...y podamos darle los dibujos a los amigos’...
Ese día llegará, estoy segura. Y una mañana abriremos los ojos y
pensaremos que todo ha sido una pesadilla, pero pronto nos daremos
cuanta de que no es así. Ha sido real, tan real que ha sacudido tan
fuerte nuestra vida, que nos va a costar recomponerla. Así que debemos
estar preparados, debemos ser fuertes para afrontar con valentía toda
esta situación. En ello estamos.
Hoy último día de ‘clases en
casa’ antes de las vacaciones, unas vacaciones que jamás imaginamos que
tendríamos, así que debemos aprovecharlas como nunca.
Hemos
repasado las sumas y restas de manera muy práctica, dibujado sobre lo
que hemos aprendido estas últimas semanas, cómo son los medios de
transporte a través de nuestros propios juguetes, y construido la torre
más alta del mundo, esa a la que nadie puede subir.
