martes, 15 de enero de 2013

Roma, la Ciudad Eterna (1ª parte)


En el transcurso de su historia, que abarca tres milenios, fue una de las primeras grandes metrópolis de la humanidad. Fue el corazón de una de las civilizaciones antiguas más importantes, que influenció la sociedad, la cultura, la lengua, la literatura, el arte, la arquitectura, la filosofía, la religión, el derecho y la forma de vestir de los siglos sucesivos; fue capital del Imperio Romano, que extendía sus dominios sobre toda la cuenca del Mediterráneo y gran parte de Europa, y del Estado Pontificio, bajo el mando del poder temporal de los Papas.
Es el municipio más poblado de Italia y es la cuarta ciudad más poblada de la Unión Europea, se le conoce como la Ciudad Eterna o Città Eterna.


Roma es una ciudad muy grande, con muchísimas cosas para ver, así que lo mejor es que organices bien tu viaje antes de partir. Para mí era la tercera vez en Roma y aún me queda mucho por ver! Nosotros el primer día aprovechamos que estaba lloviendo para visitar el San Pedro del Vaticano, Capilla Sixtina y Museos Vaticanos.



La Basílica de San Pedro del Vaticano se levanta sobre la tumba del Apóstol, ubicada en una necrópolis del siglo I. La primera basílica vaticana fue construida por Constantino en el siglo IV, y estuvo en pie durante más de 1.000 años, hasta que los Papas del Renacimiento la derribaron para poder levantar una nueva basílica sobre la tumba de San Pedro.
Sus dimensiones eran tan gigantescas que la empresa parecía irrealizable, y estuvo a punto de sucumbir. Las obras duraron 160 años y en ellas trabajaron artistas de primer orden. La fachada de Maderno, la cúpula de Miguel Ángel, o la Plaza de Bernini son únicas en el mundo... pero la primera vez que uno penetra en el interior de la basílica recibe una impresión casi sobrecogedora.
La entrada a la basílica es gratis, y suele haber colas de acceso, pues hay que pasar previamente por los detectores de metales.







La subida a la Cúpula es una de las grandes atracciones de la Basílica. Desde allí disfrutarás de unas vistas espectaculares de todo el complejo vaticano: la propia Basílica, la Plaza, los Jardines y los Museos Vaticanos,  pero también de toda la ciudad, de los pueblos vecinos e incluso del mar, siempre y cuando esté despejado.
La subida a la Cúpula se realiza a través de una larga escalera en espiral, con ascensor: 7 €. Hay que subir los últimos 320 escalones (equivalente a 17 pisos) y sin ascensor: 5 €. Se suben 550 escalones (equivale a 30 pisos).



Los Museos Vaticanos son el testimonio del patronazgo artístico de los Papas, que durante siglos dominaron la vida política y cultural de Roma, encargándose de las excavaciones y restauraciones en la Antigua capital del Imperio. Su denominación en plural indica que están formados por una gran variedad de museos y colecciones:
Arqueología clásica (varias colecciones)
Pinacoteca
Ciclos de frescos de los grandes maestros renacentistas: Miguel Ángel, Rafael, Fra Angelico, Pinturicchio, Boticelli, Perugino, Ghirlandaio, etc.
Colecciones de arte antiguo: egipcio, etrusco, etnológico de todos los continentes, piezas sagradas de diversas religiones del mundo...
Documentos y objetos históricos, muebles, carrozas, tapices, mosaicos, cerámica...
Colección de arte contemporáneo
Todo ello en un marco arquitectónico impresionante: escalinatas, galerías y estancias diseñadas por Bramante, Rafael, Pirro Ligorio, Simonetti.... Más de 7 km. de recorrido rodeados de Arte con mayúsculas.
 





Apenas hay quien se marche de Roma sin haber sacado alguna fotografía a este célebre castillo junto al Tíber, conectado a la otra orilla por el puente más hermoso de la ciudad, y al Vaticano por un largo pasadizo amurallado. El edificio fue concebido inicialmente como Mausoleo del emperador Adriano (117-138), pero su sólida estructura y su posición estratégica le han hecho jugar un papel decisivo en las interminables luchas por el dominio de la ciudad. Fortaleza inexpugnable donde se podían resistir los asedios durante meses, ningún invasor podía proclamarse dueño de Roma hasta que no hubiera rendido Sant’Angelo.
Además de fortaleza, ha servido también como palacio, donde los Papas pasaban largas temporadas en tiempos revueltos. Por eso cuenta con estancias nobles, enriquecidas con elegantes frescos renacentistas. Más tarde sirvió como cárcel, cuando pasó a manos del Estado Italiano, y desde 1925 alberga el Museo Nazionale del Castel Sant’Angelo.

 
 

 
 


Piazza Navona es la plaza barroca por excelencia en Roma. Está situada en pleno corazón de la ciudad medieval, rodeada de estrechas callejuelas por donde resulta muy agradable perderse paseando sin rumbo.
Su característica forma alargada se debe al gran estadio de Domiciano, construido a finales del siglo I, sobre cuyas ruinas se levantaron en la Edad Media los edificios actuales. Pero su aspecto actual es obra del Papa Inocencio X Pamphili (+1655), que tenía en esta plaza el palacio familiar (actual embajada de Brasil) y decidió convertirla en la plaza más espectacular de la ciudad.




La principal atracción de Piazza Navona es la famosa Fuente de los Ríos, diseñada por Bernini, junto con la iglesia de Santa Agnese in Agone, diseñada por Borromini. La fuente, cuyas figuras monumentales representan los principales ríos de los cuatro continentes entonces conocidos, sirve de pedestal a un obelisco egipcio, levantado en medio de la plaza como antiguamente se hacía en los circos romanos.
Las dos fuentes menores, simétricamente dispuestas en los extremos, contienen esculturas realizadas en el siglo XIX, excepto la figura del moro, en el extremo más alejado del río, realizada por un discípulo de Bernini en el XVII.
La Plaza, llena de animación por el trasiego de turistas y por los artistas callejeros que suelen instalarse en ella, adquiere nuevo colorido en los días de Navidad, con los puestecillos ambulantes del Mercado de la Befana.


2 comentarios:

  1. Vayaaa...Me alegra volver a verte aquí. Y vuelves con un reportaje precioso!!
    Las fotos dan pura envidia. Cuantas veces amigos me han hablado de ese castillo y de Roma
    Tengo que ir, ya cumplí el sueño de ir a París, y este es otro... y subir allí a una Vespa:))
    Gracias por compartirlo.
    Un beso.

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  2. Hola Laura, muchas gracias a ti por visitar el blog!
    Me alegra mucho saber de ti.
    Todavía queda una segunda y tercera partes, espero no tardar mucho en colgarlas.
    Desde luego que tienes que ir y recorrer Roma en vespa ;-) es una maravilla!!!
    Besos.

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