Día 14: Diario
#ProntoVeremosElArcoiris #JuntosPodemosConseguirlo #YoMeQuedoEnCasa
Hoy, 27 de marzo, es el Día Mundial del Teatro, que con la situación
excepcional que tenemos en nuestro país, cobra más significado.
Nos encanta el teatro, remueve nuestros sentimientos, nos hace reír,
llorar, soñar..., tiene un gran poder transformador en nuestros
corazones, ojalá pronto sigamos disfrutando de él.
Os dejo el
mensaje que ha escrito el periodista pakistaní, dramaturgo, guionista,
director y activista de derechos humanos, Shahid Mahmood.
“El teatro como santuario
Al final de una representación de la obra de teatro de Ajoka sobre el
poeta sufí Bulleh Shah, un anciano, acompañado por un niño, se acercó
hasta el actor que había interpretado el papel del gran sufí. "Mi nieto
no se encuentra bien, ¿podría bendecirlo?", dijo. El actor se sorprendió
y contesto:
"No soy Bulleh Shah, solo soy un actor que interpreta el
papel". El anciano entonces contestó: "Hijo, no eres un actor, eres una
reencarnación de Bulleh Shah, su Avatar".
De repente, se nos
ocurrió un concepto completamente nuevo de teatro, donde el actor se
convierte en la reencarnación del personaje que interpreta.
Explorar historias como la de Bulleh Shah, historias como ésta existen
en todas las culturas y pueden convertirse en un puente entre nosotros,
los creadores de teatro, y una audiencia desconocida pero entusiasta.
Mientras actuamos en el escenario, a veces nos dejamos llevar por
nuestra filosofía del teatro, en nuestro papel como precursores del
cambio social a veces dejamos atrás a gran parte de la comunidad.
En nuestro compromiso con los desafíos del presente, nos privamos de
las posibilidades de una experiencia espiritual profundamente
conmovedora que el teatro puede proporcionar.
En el mundo de hoy
donde la intolerancia, el odio y la violencia están en aumento, nuestro
planeta se está hundiendo cada vez más en una catástrofe climática,
necesitamos reponer nuestra fuerza espiritual.
Necesitamos luchar
contra la apatía, el letargo, el pesimismo, la avaricia y el desprecio
por el mundo en que vivimos, por el planeta en el que vivimos.
El
teatro tiene un papel, un papel noble, debe dinamizar y hacer avanzar a
la humanidad, ayudarla a levantarse antes de que caiga en un abismo.
El teatro puede convertir el escenario en un templo, el espacio de
actuación, en algo sagrado. En el sur de Asia, los artistas tocan con
reverencia el piso del escenario antes de pisarlo, una antigua tradición
en la que lo espiritual y lo cultural estaban entrelazados.
Es
hora de recuperar esa relación simbiótica entre el artista y el público,
el pasado y el futuro. Hacer teatro puede ser un acto sagrado y los
actores pueden convertirse en los avatares de los roles que desempeñan.
El teatro tiene el potencial transformador de convertir la escena en un santuario y ese santuario en un espacio de actuación.
Instituto Internacional de Teatro ITI. Organización Mundial para las Artes de la Escena”.
Por lo demás, seguimos sumando días a nuestro encierro, mientras las
cifras de contagiados suben de forma brutal. Nosotros, afortunados,
continuamos con nuestra rutina, recordando eso sí que si no fuera por
esta situación, ahora estaríamos disfrutando de un fin de semana con los
amigos en Asturias. Especialmente más triste para los niños que
esperaban con mucha ilusión este finde, pero lo han entendido cuando les
hemos explicado que cuando todo acabe, cuando ese bichito que está
haciendo tanto daño se vaya, lo haremos. Otra de las cosas apuntada en
nuestra lista infinita de deseos que tenemos que cumplir.
De
momento, vivimos el presente, no queda otra. Nuestro mayor deseo ahora
es que esto acabe cuanto antes y afecte al menor número de personas.
#Todovaasalirbien #Juntosvamosaconseguirlo🌈💪❤️